
A partir de una imagen de la mañana que se pierde en el atardecer nos vamos dando tiempo para mirar hacia atras. Para mirar el tiempo, los lugares, las personas, los sonidos, los aromas, los sabores; las sensaciones; los recuerdos. Lo significativo en esta ocasión es que siempre sucede que al ver el sol al amanecer o al atardecer nos quedamos fijos, inmóbiles, extraños al mundo real y nos sumergimos en la imaginación. Comenzamos a imaginar al recuerdo, como fue, como podría haber sido y come debería haber sido, empezamos a reflexionar; y seguimos mirando al sol, que tambien nos hace sonreír, es significativo que el sol haga sonreír a las personas. Entonces, despues de un breve momento, volvemos al mundo, recobramos los sentidos y nos damos cuenta que ese sol queda en el recuerdo. Un recuerdo, que en un tiempo no muy lejano, será imaginado como una Mañana de Invierno o una Tarde de Verano.
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